Mejor apretada que estrellada!
Apriétese. Palabra que escuchamos incesablemente, sobretodo las chicas, en ensayos. Si la figura no sale, es porque ella no se apretó. Si no hay giros rápidos, es porque no se apretaron. Los bailarines lo entendemos, pero de qué se trata?
Cuando se inicia en el mundo de la danza, esta expresión cuesta un montón entenderla. Pero sobretodo, aplicarla. La primera vez que me la dijeron, estaba en una clase con una bailarina que yo admiraba mucho. La conocí en un sitio donde solíamos ir a bailar salsa. Pero yo llevaba pocas clases, y era muy temerosa. No me preocupaba hacer el ridículo, sino de tumbar algunas mesas y chocar a las personas que estuvieran a mi alrededor. Por ello, en aquel entonces, cada que alguien osaba sacarme a bailar, lo primero que les decía, o más bien les advertía, era: Soy nueva en clases, así que pido disculpas anticipadas!
Ella era bella, sexy, y veloz con los pies. Cabello muy corto, liso y muy rojo. Camisilla blanca con brasier negro! Parecía Madona en sus vídeos del los 80's. Yo recién llegaba de un pequeño pueblo donde prefería que lo que llevase bajo mi blusa nunca fuera, ni siquiera, percibido. Sé que parezco vieja y mojigata, pero es la verdad. En fin, yo estaba feliz/emocionada de ver clase con ella. Fue una coincidencia supremamente grata. Pero obviamente, me exigió hacer algo que yo desconocía hasta ese momento. Dijo literalmente: "Es que no te estas apretando. Baila apretada"
Que?! Que es eso? Instintivamente apreté los labios. Como si eso ayudara en algo. Ella rió al ver mi confusión y notó mi ignorancia al respecto. Entonces me explico un poco. "Debes darle firmeza a tus músculos, para que te mantengas más armada" Y yo, como el emoticón de whatsapp, el que mira de lado y tiene la mano en la barbilla con dos dedos sobresalientes, pensé: mmmm...es eso. Y como lo mantengo sin ponerme morada por aguantar la respiración?
Pero se preguntarán, porque nos echa toda esta carreta? Pues creo que apretarme me ayudó un poco ayer por la tarde. Cuando un desconocido se comió con premeditación y alevosía, el rojo de un semáforo. Que estrellada!
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Aquella tarde iba plácidamente en mi vehículo, que además de saludable es ecológico. Transitaba con una buena amiga, quién es muchísimo más hábil que yo cuando de pedalear se trata. Y si bien es sabido de los riesgos que se corren cuando te toca hacerlo fuera de la ciclovía, también lo es la función de las cajitas rectangulares negras que cuelgan de las esquinas y tienen 3 luces de colores. Lo último que me iba a imaginar, es que mi primer choque iba a ser causado por otro CICLISTA! En serio me ofendió.
Fui a cruzar en una esquina, al cambio en verde, cuando de la nada apareció. Siempre creí que eramos más prudentes que los conductores de vehículos. Pero no lo son todos. Cuando logré verlo y el a mí, tuvimos un "momento". No de esos románticos ni seductores. Sino uno donde nos salían letreros sobre la cabeza que gritaban lo que iba a pasar, justo en ese instante. Sin manera ni ladito por donde esquivar-nos, porque ya era demasiado tarde. Y solo recuerdo haber cerrado mis ojos y esperado el impacto. Su bici técnicamente frenó contra mi pierna, con todo su peso y la velocidad que traía. Y por más que me apreté, caí al suelo, y el susodicho también cayó sobre mí.
Sé que debí reclamarle como se debía. Pero la culpa es una cosa impresionante. El era consiente de su error. Tenía cara de pánico. Y repetía de manera insistente "perdón, perdón, perdón". Al verlo en esa actitud y más asustado que yo misma, opté por no pelear. De que servía ya. El hecho que aceptara su culpa y pidiera perdón, me tranquilizó un poco. Y sino fuera porque de manera inmediata me apreté, hubiese sido mucho peor. Solo quedé con un hematoma multicolor el pierna izquierda, y otro par más pequeños en el tobillo y rodilla derecha. Luego de levantarme, de sacurdirme el polvo y de ver como mi amiga volvía a calzar los eslabones de la cadena en el disco de mi bici, sentí inevitablemente un poco de nervios. Mi compañera de camino, quién tiene muchísima más experiencia en estos vehículos, me dijo que era normal luego de un accidente, por leve que fuera, el quedar un poco paranoica. Lo que me tranquilizó.
Acaso no son así los golpes de la vida? La serie de acontecimientos no gratos que nos pasan? Existen un sinfín de situaciones que hemos de vivir inevitablemente. El desamor, migrar, crecer, enterrar a los amados, etc. Y aunque el hematoma o la cicatriz queda, podemos apretarnos para que el golpe sea menos violento y la recuperación más rápida.
Paso siguiente de ese día, tenía ensayo una hora después . No podía faltar. Si lo hago me gano una multa económica y además, con la terquedad que me caracteriza, no iba a declararme ni enferma, lesionada o maltrecha por un pinche choquecito. Aunque reconozco que había dolor, un tanto intenso, tocó optar por mi amigo Ibuprofeno de 800mg para olvidar levemente lo sucedido durante las 3 horas siguientes.Viéndome desde afuera para escribir esto, veo supremamente delgada la línea que nos separa a los bailarines o deportistas, del masoquismo y la fortaleza.
Justo un día después, iba en un autobús pensando en la redacción de esta historia, cuando veo por la ventana cómo en la acera del frente, un peatón joven, de blue jean, tenis y morral, se enreda con sus propios pies y termina en el suelo, acostado totalmente de lado. No podía creer como se había caído tan tontamente y tanto! Que le pasó? No pude pensar otra cosa más, sino que él pobre no se apretó!