Hambre permanente de...
Tengo una mente inquieta. Constantemente me ando preguntando cómo se hará esto o aquello. Cosas como: Y si aprendo a diseñar páginas web, y si aprendo a hacer tortas María Luisa, y si me compro una maquina de coser y hago pijamas como lo hacia en la universidad? Algunas veces me quedaba con la sensación de ser un poco dispersa por ese tipo de pensamientos y de paso, de intentar entender cómo funciona, se hace, se desarrolla o se puede vivir de las cosas que imagino hacer.
Una de mis hermanas mayores me dice siempre "uno nunca sabe de qué va a vivir". Cuando trabajé con ella como jefa, aprendí, gracias a su ejemplo, todos los puestos que existían en la empresa. O por lo menos, todos los que estaban en la sede que ella lideraba. Desde muestrario, auxiliar de bodega, facturación, devolución, cartera, inventario hasta coordinación y gerencia. Siempre queríamos saber de todos los procesos. Cuando estaba en la universidad, para generar ingresos, aprendí a hacer bolsos y correas, porque una vez vi a alguien con los libros en la mano, y pensé que esa chica podría llevar los libros en un bolsito que no fuera un morral, algo más fashion.
Hoy en día, cuando por fin aprendí a hacer una torta que le gustara a la más exigente de mis hermanas, y que estoy aprendiendo croché, pienso cómo aún existe gente que cree que debe ser buena en una sola cosa. Por qué? Comencé a bailar salsa apenas hace 5 años. Año y medio después acepté que me gusta la bachata y decidí aprenderla. Mientras eso pasaba tomé algunas clases de tango que retomaré un día. Unos pocos meses descubrí que me encanta el dance hall, y el azonto, y el kuduro, y estoy aprendiendo kizomba, y así va mi vida, día tras día. En un incansable descubrimiento de cosas que me gustan y que me permito disfrutar con intensidad y sin pena. En dinamismo mágico!
Que loro viejo no aprende a hablar!? Que mentira más inmensa la que este dicho tan popular nos ha tatuado en el pensamiento. Tomé una decisión hace un par de años, y esa es: "Intentarlo". Si algo me gusta, me permito intentarlo. Si luego descubro que no me llena de la suficiente alegría, satisfacción y no me genera un reto motivador, lo dejo. Pero ya sabiendo que se siente.
Había una publicidad televisiva en mi país hace una década atrás que decía: "No digas que no, si no lo has probado". Y vaya si es cierto! Es como cuando algunas mujeres no se atreven a cortan más de las puntas de su cabello...Ojalá en la vida todo fuese como el cabello, que vuelve y crece! Yo, después de entender que mi vida es solo mía, y que solo yo decido disfrutarla o limitarme, me pinte mechones morados y azules; y hoy lo tengo corto y en rojo intenso. La vida se va...algunas veces, más pronto de lo que nos logramos imaginar.
Y si hoy veo un tutorial para sembrar unas plantas en el jardín de mi hermana (porque yo no tengo jardín). Y si quiero pintarme cada uña de colores diferentes, que según mi concepto de la moda, combinan. Y si quiero escribir en un blog. Y si me quise bajar de los tacones y andar en tenis y bici a mis 30's qué? No le hago mal a nadie. Vivir feliz es la mejor manera de dar felicidad. Y definitivamente yo mantengo hambre de saber. Adoro aprender. Parezco una niña cuando mis profes me enseñan ritmos que no había bailado nunca o pasos nuevos de ritmos conocidos. Me lleno de emoción. Y a pesar de encantarme leer, disfruto millones de veces más, las cosas que aprendo haciendo.
Lamento algunas cosas que deje pasar en la vida. Como no haberle insistido a mi papá que me enseñara algo de relojería y joyería cuando sus ojos aún le permitían trabajar. O a mi abuelo, para saber algo de carnes y cortes. Damos por sentado que las personas siempre estarán junto a nosotros. Y que aquello que saben hacer, siempre lo harán. Pero no es así.
La mayoría del tiempo siento que me falta tiempo y plata. Cuando tenía un trabajo con mayores ingresos, no me alcanzaba el tiempo ni la energía para bailar. Hoy dispongo de más tiempo, pero no me alcanza lo que gano para pagar todo aquello que deseo aprender. Entonces consigo financiarme algunas, y muchas otras las estudio a través de amigos o de Internet. Canjeo clases de baile, sonsaco a una amiga para que me enseñe a tejer, veo vídeos y tutoriales por Youtube, o busco referencias por Pinterest. Pero mientras mi imaginación y mi mente estén alineadas como ahora, seguiré saciando mis ganas de saber más y más cosas que me llenan de felicidad.
Pdta.: La imagen es un lienzo llamado "Dinamismo de una bailarina"
Rocío Cassinni
España
