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Agradecida

A pesar de la incertidumbre, característica de este 2020 que hoy concluye, pudimos viajar a Medellín a compartir en familia la Navidad, Noche Buena y recibir el Año Nuevo con la esperanza más fuerte que nunca. Pero estar en otra ciudad de vacaciones, no nos aleja de la realidad actual y las acciones preventivas y correctivas, tomadas por los líderes nacionales y regionales.


Nos brindaron toque de queda del 24/12 a las 8:00 PM hasta el 26/12 a las 6:00 AM y entraremos esta noche en el siguiente a las mismas 8:00 PM hasta el 03/01 a las 6:00 AM. Así que hemos compartido muchas horas en casa y debo confesar que he amado el recogimiento y la tranquilidad que esto obliga a tener.


Pelis, karaoke, scrabble, cartas, sopas de letras, comidas, postres, limpieza, libros, pintura, baile, canto (por cierto, dos de mis sobrinas tienen grandes y potenciales voces, yo por el contrario como cantante soy buena bailarina), y muchas otras actividades/tareas han formado parte de los quehaceres en estos navideños días, donde hasta el clima nos brinda sorpresas inesperadas, como amaneceres de sol picante y calor pegajoso seguido de lluvia tempestuosa que nos muestran algunos arcoíris cómo queriéndonos recordar que la naturaleza está colmada de maravilla y obsequios.


A mi hermanita Erika se le ocurrió destinar unas horas al finalizar el 29, para realizar una Noche de Alabanza y Agradecimiento a Dios (somos felizmente creyentes). En esta, debíamos hacer una especie de carta donde enlistáramos, de ser esto posible, los motivos o cosas que este año nos hiciera sentir gratitud.

Debo confesar que sentí que no podría organizar las palabras y resumir, sobre todo, todo lo que por mi cabeza pasada que merecía gratitud pero luego de sacudir arduamente durante largo rato, el bolígrafo sobre la hoja que improvisadamente arranque de un cuaderno, esto fue lo que resultó:


“Comenzar una lista de agradecimientos para un Padre tan amoroso y misericordioso, sería un trabajo interminable; es por ello por lo que mencionaré algunas de las cosas que Él a través de este año caótico y angustiante me enseñó, y por lo cual obviamente estoy infinitamente agradecida:


· Aprendí que no debo jamás subestimar ningún ser viviente, porque hasta el más pequeño, e incluso invisible a mi mirada, puede dar vida o quitarla.

· Aprendí que puedo pasar los días con menos objetos de los que antes creía, pero no sin amor.


· Que cada día puedo y debo aprender algo nuevo, pues mantener mi mente ocupada y creativa es lo mejor que puedo hacer para que mi pasar por este plano terrenal sea una experiencia llena de maravillas, aventuras y sorpresas.

· Aprendí que nunca es tarde para hacer lo que amas o perfeccionarlo.


· Comprendí que tan importante es mi Red de apoyo emocional incondicional llamada familia y amigos.


· Entendí que ser pareja es brindarse apoyo real y sincero, escuchar al otro, respetar sus silencios, espacios y labor.


·Hacernos y ser compañía, e intentar siempre equilibrar y compartir las cargas grandes y las simples. Ser y hacer equipo.

· Ratifiqué lo corto que puede ser la vida y lo mucho que perdemos el tiempo y la energía en banalidades y quejas sin sentido, en lugar de hacer que cada momento valga la pena.


Sé que son muchas, muchas cosas más cosas las que este año me ha obligado/permitido ver con una mirada distinta. Y anhelo entonces, que el 2021 pueda tener la oportunidad de vivir más con menos, entiendo que la existencia se Vive y Goza, pues de lo contrario no tiene sentido. “


Así que digo con todo mi corazón, que mi gratitud es inmensa y permanente.


Ahora, escribiendo esto noto con tristeza que me he quedado absurdamente corta y supongo que mi hipotético lector coincidirá conmigo al pesar por un momento y reflexionar sobre lo aleccionador que ha podido ser estos meses de zozobra, confinamiento, cuarentenas con todos los títulos y el distanciamiento social obligatorio. Por lo cual concluiré reiterando que deseo un 2021 con muchos, pero muchos abrazos, sonrisas que podamos ver y mostrar y toda la danza que mi cuerpo me permita meterle.


Para ti y los que amas toda mi energía, de la linda, de la pura, de la que mi gente está dándome como recarga de batería. Amor, luz y danza.




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Mónica Velásquez

Vivir en monotonía es una elección, pero no la mía. 

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